¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Egloga I (Frag.)
Garcilaso de la Vega (1501-1536)

Oh! Galateo,
galanteos los tuyos
que me encadenan a tus cadencias.
Yo me diluyo para ser
una
y miles....
espectrales amantes
que te visiten en tus sueños,
sensuales...
Pasan más noches.
Sus oscuridades
y los arrebatos de los otros cuerpos
que se encandenan, que se exigen,
que se duplican y multiplican;
ellos susurran y exudan un canto:
que me incita.
Canto que me aturde.
Que me enajena.
Y que me hace cantarte la canción de la espera.
Y tu, como el mármola mis quejas,
dejas que se consuma el encendido fuego,
en que me quemo.
Y con tus gélidos desprecios,
más helados que la nieve...
Galatea...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario