Ya llevan bastante de escritos, algunos de mis microcuentos. Pero debido a la reciente pérdida de archivos que he sufrido y que aún me mantienen de duelo, decidí bloggear mis textos para no perderlos definitivamente...
Hoy vino mi angel a decirme que me quedan dos horas por vivir.
Atónita lo miré y no supe que contestarle. Sólo me quedé sentada, inmóvil, dejando que todas las sensaciones posibles afloraran, porque ¿qué se supone que debe hacer un condenado a muerte? Especular, claro! Especulan todos. Pero sentir a flor de piel que el aire que te esta rozando durará tan solo lo que una palabra al salir de tus labios, y que todas las manifestaciones del cuerpo se apagarán cuando ya no quede fuerza en estas venas, a mis veintitres años; es realmente... injusto.
1 comentario:
Cada instante de la vida
un efímero suspiro
un aleteo de los labios
y una sonrisa
Parece tan poco, tan leve, tan insiginificante
pero para los amados es todo
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